en Post

Finalmente MP3 es gratis

Una de las limitaciones que tenía instalar cualquier distribución principal de Linux era que no podía incluír el codec de MP3, porque este estaba protegido por patentes. Claro, siempre era posible descargar por cuenta propia un codec e instalarlo en nuestra PC; ya que es imposible que las autoridades hagan auditoría de todas las máquinas Linux domésticas en búsqueda de software que esté infringiendo patentes. Sin embargo esto es muy fácil de hacer en el ISO de una distribución.

De acuerdo a este extenso y detallado artículo de OSNews, las patentes de estas tecnologías: MP3, MPEG-2, H.264 expiraron el pasado mes de abril. Con lo cuál RedHat ha anunciado que la próxima versión de Fedora incluirá el codificador/decodificador de MP3.

El formato de compresión de audio MP3 revolucionó, o mató dependiendo a quién le preguntemos, el negocio de la música. Pero usarlo en un proyecto ha sido un campo minado desde el punto de vista legal. Muchos proyectos pequeños sencillamente ignoraron cualquier problema de patentes y siguieron adelante. Si por azares del destino un proyecto de este tipo tuvieran éxito, entonces los tiburones de patentes lo notarían e iniciarían una querella legal para tomar una parte de su fortuna.

Es debido a lo anterior que los proyectos de código abierto como Fedora no tenían otra opción que no enviar decodificadores o codificadores MP3 en sus distribuciones ya que enfrentarían a estos avaros abogados de patentes.

Otra consecuencia importante del hecho de que MP3 ya puede ser usado sin estar pagando royalties es que ahora cualquier proyecto de software/hardware puede usar esta tecnología como base para el desarrollo de su modelo de negocio sin temer que cuándo luego de tanto esfuerzo el emprendimiento empiece a dar frutos, no tendrá que compartir su éxito con el propietario de la pante.

Sin embargo, muchos podrían argumentar que la era del MP3 ya había terminado con la llegada de servicios de streaming de audio como Pandora o Spotify. Pero digale eso a cualquier entusiasta de la música con una biblioteca de pistas extraídas de CDs y convertidas a formato MP3 e incluso de LPs digitalizados, todos almacenados en su NAS, probablemente no te creería que el MP3 ha muerto.