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David y Goliat

Visitando las conferencias que Google ofrece a sus empleados y que hace públicas a través del canal de YouTube Talks at Google, me encontré con una interesante charla de Malcolm Gladwell sobre su libro David y Goliat: Desvalidos, inadaptados y el arte de luchar contra gigantes, dónde nos da una vision radicalmente diferente sobre quién era realmente el desvalido en la conocida historia de David contra Goliat y nos da ciertos datos sobre el arma usada por David y la enfermedad que sufria Goliat que en base a ese análisis deberiamos darnos cuenta que en realidad el que estaba condenado a perder ese enfrentamiento era Goliat.

Luego de poner esa clásica historia en perspectiva el libro de Gladwell nos da varios ejemplos de cómo un aparentemente débil contendor logra victorias importantes contra el statu quo, una historia comentada en la charla en Google es la del equipo de basketball de la hija de Vivek Ranadivé, fundador y CEO de la empresa de Software TIBCO y que un interesante artículo publicado en el Entrepreneur nos cuenta en primera persona como fue posible que un equipo formado por niñas de 12 años de contextura frágil y de poca estatura ganaran los suficientes juegos para poner al equipo en la final de la liga.

Como lo describe Vivek en el articulo:

Estas eran chicas que pasaban su tiempo resolviendo problemas matemáticos y soñando con convertirse en biólogos marinos, no practicando deportes. En lugar de decirles cómo creía que debería jugarse el juego, tuve que recurrir a la razón. El basketball era un problema matemático y eso era algo que las chicas podían entender. Desarrollamos una ecuación matemática que aseguraría que ganaríamos todas las veces. Aprendieron los roles que cada uno necesitaba jugar en esta ecuación.

Aunque interesante la historia de Vivek y el equipo de basketball de su hija es tan sólo una de las grandes lecciones que se dan en dicha charla, una frase que quedó grabada en mi mente fue la siguiente:

No hay razón para aquellos que están entre el segundo y 99vo percentil para tratar algo radicalmente diferente.

Y es por ello que muchas veces son los desadaptados quienes introducen un cambio radical en el sector económico en el que participen, ya que aceptando las reglas impuestas por la mayoría jamás dejaran de formar parte del 1% más bajo. Por lo cual Gladwell extrae como corolario: “Hay situaciones en los que ser malo es una ventaja“.

Es por ello que Gladwell recomienda que en lugar de pretender ir a la universidad que es la número uno, debemos ir a otra que no sea buena, pero en la cuál nosotros seamos los mejores. Gladwell dice que el mejor predictor de que termines la carrera universitaria no es tu inteligencia absoluta (SAT/IQ), sino tu inteligencia relativa con respecto a tus compañeros de clase.

Es más cita diversos estudios, que por la naturaleza de la charla no detalla, que señalan que si eres una persona inteliente no importa a que universidad vayas, lo importante es que vayas y termines.

Hace mención a otra charla en Google dónde acuño el término EICD (Elite Institution Cognitive Disorder), que hace que muchos piensen que ir a una universidad prestigiosa les garantiza el éxito, pero que muchas veces el estar en una clase de gente extremedamente inteligente hace un daño psicóligo importante a aquellos que no son geniales y luego muchos abandonan los estudios o si terminan los estudios no son tan exitosos como aquellos que están en el tercio superior de otra universidad que no forma parte de la “Aristocracia Intelectual”.

El hecho de que nuestras emociones afectan nuestro juicio y que lo irracional no debe ser tomado tan a la ligera, es ejemplificado por Gladwell con una estadística de que los jueces de los estados unidos suelen dar más libertades bajo palabra luego del almuerzo que antes del almuerzo. Cuándo se supone que en teoría los casos criminales son del mismo tipo antes que después del almuerzo. ¿Qué es lo que hace entonces que se tienda a ser más benevolente luego de un almuerzo?

Cómo estas lecciones pueden ser aplicadas a nuestra vide diaria y a las estratégias que pretendemos seguir como empresas o países para vencer en un entorno tan competitivo como el presente es lo importante.

Muchas veces nos preguntamos por qué los inmigrantes suelen tener más éxito que aquellos que nacieron en el país, pues esta charla nos da las herramientas intelectuales para explicar dicho fenómeno, un inmigrante es un desadaptado a la nueva sociedad a la que se integra, no conoce completamente los cánones sociales existente y está en una clara situación de desventaja frente a quien nació en dicho país. Es por ello que debe ser más inteligente para buscar planes de acción alternativos que le permiten sobrevivir en la nueva sociedad a la que ha llegado, de no hacerlo sencillamente morirá de hambre o se verá forzado a regresar a su lugar de origen derrotado.

Es por ello que me sorprende que los “emprendedores” latinoamericanos deseen ganarle a a las empresas de Silicon Valley jugando bajo las reglas que ellas mismas han inventado, para un mercado que ellas mismas controlan. ¿Por qué ir a pelear contra Goliat en sus términos, en lugar de usar un camino radicalmente diferente y aprovechar nuestras ventajas competitivas?

Qué sentido tiene ir a una aceleradora como Wayra, para presentar ideas que requieren mercados grandes y financiamiento para un crecimiento explosivo, si los mercados latinoamericanos son pequeños y de bajo poder adquisitivo.