Según el portal de noticias Apple Insider, reporta que un juez de un tribunal de distrito de Estados Unidos dictaminó que Apple debe pagar $ 506 millones por daños y perjuicios por infringir una tecnología de microprocesador que forma parte del cuerpo de licencias de patente de la Universidad de Wisconsin-Madison, agregando $ 272 millones a una decisión inicial de $ 234 alcanzada hace casi dos años.
La multa impuesta por el juez de distrito estadounidense William Conley dobla el monto inicial impuesto por daños y perjuicios a Apple por un jurado federal en octubre de 2015, informó Reuters.
Se descubrió que las CPU de la serie A de Apple, específicamente los diseños de sistema en chip A7, A8 y A8X, infringieron una patente de microarquitectura de 1998 propiedad de la Wisconsin Alumni Research Foundation (WARF). El brazo especializado en licenciar las patentes de la universidad de Wisconsin que inicialmente demandó a Apple por $ 400.
El juez Conley en su sentencia declaró que a WARF se le debe los daños adicionales más interés porque Apple siguió utilizando la tecnología patentada sin licenciar la propiedad intelectual que expiró recién en diciembre del 2016.
WARF demandó por primera vez a Apple en 2014 por una supuesta infracción de patente estadounidense número 5.781.752 por un “circuito de especulación de datos basado en tablas para procesamiento en paralelo en computadoras”. De acuerdo con WARF y las reivindicaciones originales de la patente, la propiedad intelectual de dicha patente proporciona un nuevo método para mejorar la eficiencia energética y el rendimiento en los diseños de procesadores de computadoras modernas utilizando la tecnología de circuito de predicción.
La universidad aprovechó la misma patente para obligar a Intel en un acuerdo de 2008. Dado este presedente, por más que Apple apele eventualmente tendrá que pagar el monto adeudado.
La denuncia original contra Apple alegó violación intencional, señalando que la compañía citó la propiedad de patentes 5,781,752 en sus propias solicitudes a la Oficina de Marcas y Patentes de los Estados Unidos. Además, WARF alegó que Apple rechazó las solicitudes para licenciar legalmente dicha propiedad intelectual. Es por ello que esta rama de la universidad presentó luego una demanda separada que afirmaba la misma patente ha sido infringida en los chips más nuevos de Apple, el A9 y A9X.
Por su parte, Apple negó la infracción durante los procedimientos judiciales. La compañía también buscó probar que la propiedad intelectual de dicha patente es inválida y solicitó una revisión de su validez por la Oficina de Patentes, pero el organismo de patentes declinó tomar tal acción.
Independientemente de si Apple continua apelando de sentencia o no, el simple hecho de que esto se vuelta tan público abre la posibilidad a que otras universidades con mayores carteras de patentes, tomen una mirada más crítica a los procesadores diseñados por Apple y es posible que pronto veamos más demandas como esta.