Una vulnerabilidad llamada NetCAT (Network Cache ATtack) afecta a todos los procesadores Intel de nivel de servidor desde el 2012 y permite detectar detalles confidenciales al montar un ataque de canal lateral a través de la red.
Investigadores del grupo VUSec en Vrije Universiteit Amsterdam descubrieron que la información está presente en la memoria caché de la CPU en sistemas con la función Data Direct I/O (DDIO) habilitada.