El misterioso sistema operativo Fuchsia de Google ha sido un proyecto bastante pequeño y ambicioso en la empresa desde hace años, con solo un pequeño vistazo del nuevo sistema operativo y mucha expectativa en los medios cada vez que se produce un nuevo desarrollo. A principios de este año, Google contrató a un destacado ingeniero de software de Apple para ayudar a lanzar el nuevo sistema operativo al mercado.
Curiosamente, el proyecto ha estado en marcha en GitHub desde 2016 e incluso puedes experimentar con una versión experimental basada en navegador también. El viernes, sin embargo, Google levantó un poco el velo de secreto de Fuchsia y registró oficialmente el dominio Fuchsia.dev, lanzando un nuevo sitio de soporte para desarrolladores, que dice que obviamente la compañía está tomando en serio el proyecto en términos de su legitimidad como una iniciativa de Google. Entonces, ¿qué sabemos exactamente sobre Fuchsia y su potencial futuro? No mucho, pero aparentemente Google está buscando reinventar la rueda de código abierto.
Hasta la fecha, los sistemas operativos principales en el mercado, ya sea para soluciones móviles, de escritorio o incluso embebidos, se basan en el núcleo de Unix, Linux o Windows. Esto incluye variantes de Windows, iOS, MacOS y Android. Lo que es radicalmente nuevo con el sistema operativo Fuchsia de Google es que no solo es de código abierto, sino que tampoco está basado en ninguno de estos núcleos de sistema operativo principales, sino en un “microkernel” completamente nuevo llamado Zircon.
Zircon se conocía anteriormente como Magenta y se diseñó para escalar a cualquier aplicación desde RTOS (sistemas operativos en tiempo real) integrados a dispositivos móviles y de escritorio de todo tipo. Como resultado, ha habido mucha especulación de que Fuchsia será el sucesor natural de Android y Chrome OS, combinando las capacidades de ambos con la compatibilidad hacia atrás para ejecutar aplicaciones heredadas basadas en cualquiera de ellas. En resumen, Fuchsia está diseñado para ejecutarse en cualquier plataforma, desde núcleos ARM de 32 o 64 bits a procesadores X86 de 64 bits y tiene el potencial de ser bastante disruptivo.
El sitio de Fuchsia.dev de Google es bastante básico en este momento, pero contiene lo básico, incluido un glosario, la Guía de introducción e instrucciones para crear y ejecutar aplicaciones que se ejecutan en Fuchsia. Incluso hay documentación del sistema sobre cómo funciona Fuchsia, y parece ser mucho más modular en su naturaleza, rompiendo lo que de otra manera se podría considerar componentes centrales para una funcionalidad discreta. La página de conceptos del microkelnel Zircon señala: “El núcleo gestiona una serie de diferentes tipos de objetos. Aquellos a los que se puede acceder directamente mediante llamadas al sistema son clases de C++ que implementan la interfaz de Dispatcher. Estos se implementan en kernel/objeto. Muchos son objetos autocontenidos de nivel superior. Algunos envuelven primitivas lk de nivel inferior“.
De cualquier forma que lo ofrezca esta nueva iniciativa de sistema operativo es fascinante. ¿Hay realmente espacio para otro kernel de SO en el mercado? ¿Qué tipo de vientos en contra de la adopción tendrá que soportar Fuchsia si Google realmente lo impulsa? Independientemente de las respuestas a estas preguntas, parece que el Fuchsia de Google está muy centrado en la compatibilidad multiplataforma, lo que será esencial para obtener una masa crítica de desarrolladores.